La premonición de una mujer que salvó su vida: "Algo me dijo que tenía que marcharme de allí"
Esta mujer, sin saberlo, se reunió con Antonio Caba, el empresario asesino de Manzanares
Antonio Caba es el conocido como ‘Asesino de Manzanares’, un empresario que acabó con la vida de al menos dos hombres
¿Puede la premonición salvarnos de una tragedia?
En la provincia de Ciudad Real la compraventa de fincas forma parte de la actividad cotidiana. No es extraño ver a los empresarios recorrer los caminos en busca de una oportunidad para invertir, pero en julio de 2022 uno de ellos no regresó.
Cuando Juan Miguel Isla dejó de responder al teléfono sus familiares tuvieron casi al instante un mal presentimiento. Ellos sabían que le había pasado algo porque no era normal que no se comunicase con ellos, especialmente con su mujer.
Los investigadores de Manzanares se ponen entonces manos a la obra para acabar desentrañando semanas más tarde uno de los casos de asesinatos que más ha conmocionado a nuestro país.
Se inicia un proceso contra Antonio Caba, un conocido hombre de negocios de Manzanares, que ya había sido investigado por una desaparición similar a la de Isla: “Se trataba de un empresario vasco que había ido hasta Manzanares para comprar unos terrenos”.
La premonición de una mujer que se libró “de una muerte segura”
La redacción de ‘Cuarto milenio’ recibió una información que debía ser analizada por el programa, el testimonio de una mujer que aseguraba haber tenido una premonición relacionada con el crimen de Manzanares.
Esta mujer trabajaba quería vender un piso y, meses antes del crimen de Isla, se citó con un hombre interesado en ver el inmueble que tenía en el centro de la ciudad. Esta mujer cuenta con todo lujo de detalles para la nave del misterio que, sin ella saberlo, estuvo frente a frente con un asesino:
“Yo quería vender un piso en Manzanares y puse un anuncio. Un día me llamó un señor para venir a verlo. Quedamos en el portal y subimos por la escalera para que pudiera ver que era un bloque de categoría. Cuando entramos en el piso me di cuenta de que tenía una mirada extraña, me dio un escalofrío, algo me dijo que tenía que marcharme de allí…”.