“Era una mañana de niebla y el coche iba demasiado deprisa”. Así comienza la historia que envía la telespectadora Rosa al programa. Quiere compartir la vivencia que tuvo, un suceso que cambió su vida y que tuvo lugar durante el puente de la Constitución en el año 2000. Así nos detalla la premonición que experimentó.
Cuenta Rosa que iba de copiloto en un viaje junto a su pareja. Él conducía algo deprisa (la velocidad les gustaba a ambos), pero ella comenzó a notar malestar por la velocidad y “un temor incontrolable”. Le pidió a su pareja que disminuyera la velocidad y discutieron por ello. Él, finalmente, accedió. Al día siguiente, ella debía coger un autobús, iba con prisa porque se les pegaron las sábanas y conducían con velocidad a través de la niebla que invadía la carretera.
La niebla y la velocidad se convirtieron en una trampa. Se salieron de la carretera y se precipitaron por un barranco, dando varias vueltas de campana. Durante la caída, ella estuvo consciente en todo momento, pensando en que iba a morir. De pronto, notó una presencia en la parte de atrás del coche: se trataba de una persona con barba y pelo blanco.
La persona le dijo que aún no era su momento y que tendría la oportunidad de cambiar su forma de vida. En ese momento, impactaron contra el suelo y el capó del coche comenzó a incendiarse. Tras meses de rehabilitación, lograron recuperarse de sus lesiones: “Siempre pensé que el suceso del día anterior fue una especie de premonición o un aviso de que tenía que cambiar y eso hice”. “Mi vida cambió mucho y pasé a ser una persona distinta”, confiesa.