Whitechapel, Londres, 1888. Este es el escenario de una serie de crímenes que sobrevivirán al tiempo y sobre los que se hablará durante décadas: los crímenes del conocido como Jack ‘El destripador’.
En la Inglaterra de las fábricas, del hollín, del trabajo infantil, una serie de asesinatos provocan que una ciudad entera contenga el aliento “esperando” el siguiente crimen. Varias mujeres eran salvajemente asesinadas en un barrio obrero en el que abundan las limpiadoras de hogar, las prostitutas, pero también las familias humildes y trabajadoras.
Ahora, décadas después, nuestro compañero José Antonio Caravaca pasa por el ‘Cronovisor’ las imágenes de los cadáveres del carnicero de Whitechapel, unas imágenes que en su día fueron ocultadas por la policía por lo cruel de su estado: “A esas mujeres les faltaban miembros, estaban destripadas”.