En este último programa de la nave del misterio ‘Cuarto milenio’ se ha convertido casi en un dossier en el que se nos habla de la magia de algunas cosas materiales que parecen trascender lo físico. El propio Iker Jiménez ha estado en muchas ocasiones en cuevas prehistóricas en las que los objetos hallados contaban una historia, emitían sensaciones ya olvidadas. Es precisamente lo que le ocurrió en una cueva en un lugar determinado de España:
“En las zonas que están por debajo de lo que hoy sería el ecuador en España hay historias de hallazgos sorprendentes, de personas que quedaron atrapadas o incluso de algunos que se mataron buscando tesoros antes de que tuviéramos la percepción de que había un legado antiguo (…) En ocasiones los arqueólogos encontraban restos de personas que se habían precipitado por aquellos barrancos, es el caso de un cráneo hallado en esta cueva, un cráneo que yo tuve frente a mí, un cráneo separado del resto del cuerpo y que no debía estar allí…”.
Ese cráneo era de todo menos normal, estaba atravesado por una piedra y se encontraba completamente separado del resto de los huesos de la persona que una vez fue. Como víctima de un maleficio, uno de los exploradores que hallaron el cráneo resbaló y cayó a través de las sombras de la cueva:
“Este explorador contaría después que una extraña figura cadavérica se aparecía junto a él en la habitación de hospital en la que se recuperaba de sus heridas, era como si el espíritu del viejo cráneo le persiguiera y mortificara para dejarle claro que no habían hecho bien en perturbar su descanso”.
Pero los sucesos inexplicables no acaban aquí. La furgoneta que llevaba dentro el cráneo de camino al museo provincial sufre un extraño accidente en una recta que a punto está de acabar con la vida del conductor del vehículo. El cráneo maldito descansó durante un tiempo bajo siete llaves, intentado así evitar que continuara su maleficio, pero todo volvió a hacerse incomprensible cuando el cráneo volvió a estar expuesto: “La mujer que expuso el cráneo de nuevo en la vitrina de un museo fue asesinada nada más llegar a su casa, su pareja, como poseída, le asestó cien puñaladas”.