‘Cuarto Milenio’ investiga durante el programa de este domingo un titular que ha recorrido el mundo y ha salido en todos los medios prestigiosos del planeta: ¿Una nave nodriza nos vigila?
El estudio que se ha hecho sobre el tema parte del Pentágono de dos científicos Phil Patrick y Avi Loeb. Hablan de varios objetos interestelares que por vez primera se van a poder analizar, de cosas que hemos considerado que eran rocas espaciales o elementos naturales, los cuales podrían ser artificiales.
Iker Jimenéz explica que el programa ha conseguido la oportunidad de que el propio Avi Loeb, catedrático de Astronomía de la Universidad de Harvard, cuente todo en ‘Cuarto Milenio', el por qué cree que puede haber inteligencia tecnológica en algún punto del cosmos y cuáles son las investigaciones que se reemprenderán en verano para descubrir algo más.
‘’Este es el primer trabajo que realizo con un representante del Pentágono, en sus páginas no hemos analizado ningún dato nuevo, sí que hemos reflexionado sobre la naturaleza de algunos objetos no identificados si procediesen de una civilización tecnológica extraterrestre’’, indica el doctor al programa.
El doctor explica que cuando llevó a cabo la comprobación de las distintas trayectorias de un meteoro que creían que era parte de Oumuamua, descubrieron que se había originado en lugares diferentes, lo que le llevó a considerar la posible existencia de una nave espacial nodriza que estuviese liberando muchas pequeñas ondas en la zona habitable del sol con la ventaja de no tener que reducir la velocidad y parar en uno de los planetas.
‘’Si en el futuro descubrimos estas sondas acercándose a la tierra, tal vez signifique que fueron liberadas por una tecnología extraterrestre que se aproximó a nosotros, pero que nunca llegó a la tierra, eso establecería una conexión entre los objetos interestelares que podemos encontrar dentro de la órbita de la tierra alrededor del sol y cualquier otra sonda dentro de nuestra atmosfera’’, continúa Avi Loeb.
El meteorito Oumuamua, se trata de un objeto de medio metro que chocó con la tierra el 8 de enero de 2014 sobre el océano pacífico y fue detectado a través de los sensores del gobierno de Estados Unidos. Lo catalogaron dentro del registro de meteoritos que recopila la NASA.
Según indica el doctor, lo que les llamó la atención fue que su velocidad era tan alta que debía haberse originado fuera del sistema solar y explica que se movía más rápido que el 95% de todas las estrellas.
‘’El gobierno publicó dato sobre la bola de fuego generada por ese meteorito, a partir de los cuales pudimos concluir que era más resistente que los meteoritos de hierro, hasta 10 veces mas fuerte que todas las demás rocas espaciales’’, continúa el doctor.
Además, Avi Loeb, desvela que este verano que viene organizaran una expedición al océano pacifico para buscar los restos de la explosión del meteoro y así resolver todas las dudas que han ido surgiendo respecto al tema.