'El petiso orejudo', el niño asesino que se acercaba a otros para matarlos a pedradas
'El petiso orejudo' se acercaba a sus víctimas, las apartaba del resto y las ejecutaba.
Todo sobre este niño que acabó con la vida de otros niños en Argentina.
Este criminal acabó muriendo en la cárcel, víctima de unas alucinaciones.
La semana pasada, ‘Cuarto Milenio’ mostró cómo la mente del niño tiene una bondad natural. ¿Cómo puede ser un niño pequeño malvado, incluso criminal? Algunos han tenido la mala suerte de cruzarse con alguien así. Hablamos de Cayetano Santos Godino, apodado como ‘El petiso orejudo’.
Nos trasladamos, en esta sección de ‘La voz de las sombras’ hasta el barrio de Parque Patricios, en Buenos Aires, concretamente al 28 de septiembre de 1904. Cayetano tiene apenas 9 años, pero no es como el resto. Tiene marcas en el cuello, provocadas por su padre a través de una cuerda. También sufría bullying.
Cayetano solía jugar solo con una cuerda y unas piedras y se acercaba hasta niños que estaban solos para convertirlos en sus víctimas. Un día, su padre encontró bajo la cama del niño un zapato con un pájaro muerto en su interior. Sigue mirando y hay más. Estos animales habían sido previamente torturados.
Cuando comenzaron a sospechar de sus actos, lo llevaron ante un juez de menores, pero este dijo que su maldad no era reconducible. Mucho se habló sobre su los problemas de su madre con el alcohol había sido el causante de provocar tal mal en el pequeño a la hora de desarrollarse en el feto.
Nunca se supo a cuántos niños ejecutó este crío. Santos Godino fue encarcelado finalmente, cuando se descubrió uno de los cadáveres. Nunca perdió su sonrisa bobalicona. Lo llevaron hasta ‘la prisión del fin del mundo’, en una celda incomunicada. No se sabe de qué murió, si de úlcera o de un episodio de alucinación.