Iker Jiménez se ha sentado una semana en su despacho de la nave del misterio para hablar directamente a los seguidores del programa. En esta ocasión el presentador ha recordado su llegada a Madrid junto a su familia cuando apenas contaba con 14 años de edad.
El joven Iker paseaba por una calle de Madrid cuando se encontró de frente con un coche de alta gama que nunca antes había visto. Se trataba de un Ferrari Testarossa que estaba aparcado.
En aquel mismo instante un grupo de jóvenes sacaron un objeto puntiagudo con el que rayaron todo el lateral del automóvil al grito de “¡qué se joda el rico este!”.
Iker Jiménez ha rescatado este recuerdo de su juventud para hablar de un tema que no comprende y que le escandaliza: el problema de envidia irracional y vengativa que sufrimos en nuestro país.