'El mataviejas', el asesino de ancianas de Santander, nunca se arrepintió: "La culpa es de mi madre"
'El mataviejas' acabó con la vida de casi 20 mujeres en menos de un año.
Así actuaba y pillaron al asesino en serie que mató a 16 mujeres en Santander.
El asesino no se considera un psicópata y cree que todo el mundo desea pegar a sus familiares.
‘El mataviejas’ es el nombre que se le puso a un asesino en serie que acabó con la vida de 16 mujeres en un año. Este hombre ya estuvo condenado a un año de cárcel por violación, era el violador de la moto de Santander. Paco Pérez Caballero lleva a cabo esta investigación en una ciudad donde reinó el silencio y el tabú para no contar esta cruel historia.
Periodismo, crimen, verdad y tabués se dan la mano en este reportaje. En Santander comenzaron a aparecer cadáveres de mujeres mayores en sus casas, completamente vestidas y tapadas por las sábanas. Fueron demasiadas en muy poco tiempo, pero nadie sospechaba nada hasta que los periodistas del diario ‘El montañés’ empezaron a atar cabos.
Hasta la séptima muerte, todas fueron calificadas como “muertes naturales”, pero pronto se empezó a sospechar. El poder quería negar la realidad y no dar la voz de alarma para que no se pensara que Santander no era una ciudad segura, pero era una cuestión de tiempo que todos descubrieran lo que estaba pasando y que cundiera el pánico.
Así pillaron al ‘mataviejas’ de Santander.
En la escena del crimen de una de las víctimas se encuentra la tarjeta de un tal José Antonio Rodríguez Vega, albañil, y el 19 de mayo de 1988 es detenido. En su declaración dice ser el autor de algunos crímenes, pero que toda la culpa la tienen su madre y sus suegras. No dice ni el número de víctimas ni qué ha hecho con ellas.
En su casa, la policía encuentra su habitación pintada de rojo, cortinas y paredes de este color, objetos de valor de las víctimas, muñecas… Se muestra frío y seguro, pero es una auténtica amenaza. Se mostraba amable con sus víctimas, las ayudaba, entraba en sus casas y allí acababa con ellas. Es condenado a 400 años de prisión, con un máximo de 30. Fue asesinado en la prisión.
Tremendas declaraciones del asesino
“Yo no me tengo por un psicópata”, confesó José Antonio, “a mi suegra le metí un hostión Navidades que… porque estuve a punto de arreglarme con mi mujer y se metió esta hija de puta por medio. Me dieron ganas de asesinarla allí mismo. Todo el mundo pega a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hermanos, a sus hijos, no solo yo. Es por naturaleza. Yo quería muchísimo a mi madre hasta que me casé, pero no me hablas de ella, que se muera mañana esa hija de puta”.