'Cuarto milenio' logra lo imposible al analizar el cerebro de un testigo de aparición paranormal: "Está sintiendo miedo"

Hasta ‘Cuarto milenio’ llega una de esas historias que nos pone los pelos de punta, un caso para el que hay que poner toda la atención del mundo, un caso de aparición en carretera pero para el que se ha utilizado un auténtico arsenal de dispositivos científicos como nunca antes se había hecho.

El equipo de ‘Cuarto milenio’ ha contado además con la inestimable presencia del sensitivo Aldo Linares y con la participación de un testigo de esta extraña aparición que se ha prestado a que su cerebro sea analizado en un hospital.

Antonio Maturano tiene 50 años y vive en Almería. En el año 2000, Antonio tuvo una experiencia en la carretera que le marcó para siempre. Eran en torno a las 23.30 horas y Antonio circulaba con su vehículo por una carretera cercana al pueblo de Rioja: “En una recta pequeña desde lejos vi una persona andando, de estatura mediana, y conforme me acercaba a ella me pedía que aminorara a marcha, yo frené de golpe y le miré por la ventana del copiloto (…) Me encontré con la cara de una persona a la que le faltaban facciones, sin nariz, con una ropa prestada que le quedaba muy grande, la primera impresión que tuve es que se trataba de una persona anciana (…) Volví a arrancar y salí de allí, sentí frío todo el resto del viaje y la sensación de que esa cosa me perseguía”.

El doctor Miguel Ángel Pertierra y Carlos Largo se han puesto manos a la obra para investigar un caso que ha supuesto un experimento revolucionario, ya que ha contado con la colaboración total y absoluta del testigo de la aparición y con los sorprendentes hallazgos de Aldo Linares.

Ha sido en el Hospital murciando Perpetuo Socorro donde Antonio, el testigo, se ha sometido a las pruebas del doctor Alonso Ruiz para analizar la actividad de su cerebro cuando recuerda el suceso ocurrido en la N-340a.

Aunque habían pasado 22 años, Antonio recordaba perfectamente lo que había vivido en aquella carretera secundaria una noche cualquiera cuando volvía a casa. A través de un escáner, el doctor Alonso ha podido comprobar la reacción que cobra especial relevancia cuando Antonio rememora la aparición: el miedo.