En 1922 el arqueólogo y egiptólogo británico Howard Carter hizo uno de los descubrimientos más célebres de toda la historia: la tumba del faraón Tutankamón en el Valle de los Reyes, en Luxor.
Carter, junto con un grupo de ayudantes y con la inestimable ayuda y financiación de Lord Carnarvon se adentró por primera vez en una de las pocas tumbas del antiguo Egipto que aún no habían sido saqueadas, la de un joven faraón que se haría famoso en todo el mundo a partir de aquel día.
Sin saberlo, Carter pasaría a la historia ya no solo por ser el descubridor de la tumba, si no por la famosa maldición que desde entonces ha rodeado al descubrimiento del lugar de descanso de Tukankamón, el faraón niño.
El gran Enrique de Vicente ha visitado la nave del misterio para hablar de uno de los asuntos sobre el antiguo Egipto que más preguntas aún hoy día sigue generando: ¿quién era realmente el faraón Tutankamón?
Para de Vicente es especialmente llamativo que la tumba de Tutankamón fuese realmente pequeña en comparación con la de otros faraones del antiguo Egipto. Tutankamón subió al trono con nueve años y falleció con tan solo 18, algo que no le permitió reinar mucho tiempo y que eliminó cualquier posibilidad de grandes hazañas.
Sobre la muerte de este pequeño faraón Enrique de Vicente no tiene dudas. El motivo de la muerte de Tutankamón fue un gran golpe en la cabeza que se cree se produjo por un accidente pero, ¿pudo ser este accidente provocado?
Se ha hablado durante décadas de la maldición de Tutankamón. Algunos creen que se trata simplemente de un invento de los medios sensacionalistas de la época pero lo que es cierto y no puede negarse es que las muertes y las desgracias que sucedieron al descubrimiento están ahí.
Se habla de 13 muertes relacionadas con la maldición de Tutankamón, concretamente 13 de personas que de alguna manera participaron en la extracción de la momia de Tutankamón del lugar en el que reposaban sus restos.
La primera persona relacionada con el descubrimiento que murió fue Lord Carnarvor, el magnate que financió la excavación, que falleció a los seis días del hallazgo por unas altas fiebres. Le seguirían un inspector de antigüedades que advirtió sobre el peligro de abrir una tumba del antiguo Egipto y algunos de los trabajadores de la excavación, entre otros.
Pero la supuesta maldición de la tumba de Tutankamón no solo se trata de muertes, también se habla de oscuros presagios. Concretamente juegan un papel importante dos trompetas encontradas entre las pertenencias de Tutankamón en su tumba. Un trompeta de oro y otra de plata que cada vez que han sido tocadas han sucedido desgracias, ¿casualidad?