Cruzar a humanos con monos para crear súper soldados en la Unión Soviética: los experimentos de la Guerra Fría
En busca del súper hombre y el súper soldado: los experimentos soviéticos durante la Guerra Fría.
El elixir de la eterna juventud, clave para crear súper soldados que combatieran durante años.
Llegaron a injertar la piel de los testículos de un mono bajo la piel humana para rejuvenecer.
En el bloque soviético, durante la Guerra Fría, se experimentó genéticamente. Se buscaban súper hombres, súper mujeres, súper soldados, facultades especiales… Se ha hablado mucho de los experimentos nazis, pero poco de los soviéticos. La antropóloga ucraniana Mercedes Pullman, que durante décadas ha investigado en archivos prohibidos, nos da toda la información.
Trasplante de testículos para rejuvenecer
Mercedes nos habla del doctor Serge Voronov, que fue quien inició estos experimentos inyectándose, él mismo, bajo su piel, partes de testículos de mono y de caballo para probar el efecto: Se vio rejuvenecido y con más fuerza”. Decidió trasplantar testículos de presos que iban a morir a otras personas, ricas, que querían rejuvenecer. Tras varias muertes repentinas, le comunidad sanitaria le prohibió continuar con estas operaciones.
En busca del súper soldado soviético
El sueño soviético era estar muchos años activo, combatiendo. Aquí entra la figura de Ilya Ivanov. Mercedes considera que cuando los soviéticos llegaron al poder, que pasaban los límites éticos cuando experimentaban. Pensaban que necesitaban a un súper hombre para combatir y por ello cruzaron a un mono con un humano, buscaban a un súper soldado que defendiera el país.
La cosa se fue de las manos y llegaron a pedirse voluntarias para ser inseminadas por un mono. Para ellos, el fin justificaba cualquier medio. Por otro lado, la sangre también fue clave para ellos. Alexander Bogdanov fue director de la trasfusión de sangre y comenzaron a probar trasfusiones de sangre entre jóvenes y mayores. Llegaron a curar, dicen, a una persona que estaba a punto de morir. Todo se justificaba para buscar el elixir de la eterna juventud.