Iker Jiménez comienza su sección agradeciendo a la audiencia y a los medios de comunicación tras el estreno de la semana pasada y reflexiona sobre el nudo en la garganta que le acompañó durante toda la emisión porque fue consciente de que “Paloma Navarrete ya no nos iba a acompañar más”: “Fue una sensación extraña. Su muerte me pilló con el covid, estaba enclaustrado y no fui muy consciente”, confiesa.
“Lo de Paloma no es que lo esperásemos, pero había elementos que había que tener en cuenta. Por eso verían ustedes que ya no contábamos con ella. Llevaba once días aislados y, nada más saber la noticia desgraciada para nosotros, resulta que vi claro qué homenaje quería hacerle, como si alguien me lo dictara, estaba una especie de niebla mental”.
Cuenta Iker que la única lucidez que tuvo en ese momento fue cómo quería rendir homenaje a Paloma Navarrete: “Es como si Paloma me dijera lo que tenía que hacer La triste me llegó hace una semana viendo el programa”, añade el conductor de ‘La nave del misterio’. La reflexión completa de Iker, en el vídeo.