Iker Jiménez analiza, junto al doctor Cabrera, otro ser que, en su momento, fue tachado como “monstruo”. Pero, en esta ocasión no es un animal, ni un bebé con malformación… no, se trata de una persona que vivió, hace 500 años. Acudimos al libro ‘Monstruos y prodigios’ de Ambroise Paré para saber más. ¡Tiene una cabeza en el vientre!
Nació en Alemania y tenía una cabeza en mitad del vientre, “la cabeza tomaba aliento como la otra”, reza el libro. Aunque Cabrera dice que no podía respirar ya que no tenía acceso a los pulmones. Se nos viene a la cabeza los siameses, pero no es encima del cuello. Este hombre vivía tapado porque, de ser descubierto, le habrían matado.
“Lo que tenemos aquí es el aborto de dos gemelos que fracasa, crece uno y el otro, en pequeñito, queda adherido a él. Lo normal es que este muera. Probablemente era la cara infantil de este adulto, estaba congelada embriológicamente mientras el hombre iba creciendo”, añade el doctor. ¿Podría pasar esto en la actualidad?