Aislamiento en un caserón de Leza, el pueblo donde los niños aseguran haber visto al fantasma de Agapito
Varios niños de Leza aseguran haber visto al fantasma de Agapito.
Testigos hablan de fenómenos paranormales en el lugar donde vivió y murió Agapito.
¿Por qué solo los niños ven la presencia del fantasma Agapito?
El pueblo de Leza se puso en contacto con ‘Cuarto Milenio’ para hablarle del Caserón, un lugar donde sus vecinos dicen que habita el fantasma de Agapito, el que fuera guardián de la casa. Todos piensan que, lo que ocurre en ese lugar, está provocado por algo concreto, y también hablan de apariciones. Javier Pérez Campos, Aldo Linares y Enrique Echazarra viajan hasta este pueblo de Álava para investigar este hecho y realizar un aislamiento y allí nos cuentan que varios niños (y solo niños) aseguran haberlo visto, ¿por qué solo ellos?
Los testigos hablan de apariciones y fenómenos paranormales
El caserón, de tres plantas, se encuentra en la Calle Mayor del pueblo. Actualmente, rehabilitado, pertenece al ayuntamiento y se emplea como club social (hay un bar y una biblioteca). Los vecinos hablan de Agapito, el fantasma que habitaría allí. Todos en el pueblo lo conocen y hablan de él y algunos aseguran haberle visto o sentido. Movimientos de sillas, que se cierre con llave una puerta, golpes, luces que se encienden o apagan… todo esto es lo que cuentan los testigos. Llama la atención de que dos niños aseguran haberlo visto.
Aislamiento en el caserón y las sensaciones de Aldo Linares
Enrique Echazarra realiza un aislamiento para el programa: “No sé por qué, pero tiendo a mirar al fondo a la izquierda, a la librería. Detrás de mí, en la zona del cuartucho, no sé si es subjetivo, pero hace menos calor que antes o es el ambiente que está más fresquito”, nos cuenta durante la experiencia. Por su parte, Aldo Linares advierte de la presencia de un hombre en varios puntos del caserón.
¿Por qué solo los niños ven al fantasma de Agapito?
Javier Pérez Campos nos habla de la zona en la que la niña asegura haber visto a Agapito, y allí realizaron un nuevo aislamiento. Aldo habla de sensaciones de enfermedad, de dolor, de que a alguien le cuesta andar justo en esa zona. Dice, además, que esa persona se sentía solo y quería compañía. Además, reflexionamos sobre la idea de que solo los niños hayan visto a este fantasma.