Estados Unidos empezó el partido ante la República Checa menos contundente de lo que cabía de esperar. Los vigentes campeones del mundo estuvieron fallones desde la línea de tres ante el conjunto europeo, que quiso plantar cara. Harrison Barnes, con un mate, dejó la mejor jugada del primer cuarto.
En los segundos diez minutos, cambió el escenario. Estados Unidos sacó la apisonadora para aumentar cada vez más la ventaja. Popovich daba aire al equipo con rotaciones rápidas que no superaban los dos minutos.
República Checa no bajó los brazos. Los checos intentaban reducir, como podían, la ventaja en el marcador. A mitad del tercer cuarto, Estados Unidos metió una marcha más para hacer crecer la diferencia. Poco juego vistoso y mucho trabajo de los norteamericanos en la cancha. Donovan Mitchell y Marcus Smart, de lo más destacado.
El último cuarto fue dominio total para Estados Unidos. Los norteamericanos empezaron a gustarse y sacaron todo un repertorio de canastas espectaculares para ganar el primer partido de esta Copa del mundo de baloncesto FIBA 2019.