Emoción desatada en la celebración de España. La selección española se ha proclamado campeona del mundo por segunda vez en su historia tras ganar a Argentina. Rudy Fernández, capitán del combinado español, ha golpeado a Willy Hernángomez al levantar la copa. Afortunadamente, no ha sido nada grave y los dos jugadores han terminado fundiéndose en un abrazo.