El centro de Madrid se llena de manifestantes en contra de la amnistía y de los pactos del PSOE, que han obligado a la policía a desplegar hasta 350 agentes de la UIP en las inmediaciones de la sede del partido y a blindar y cerrar algunos edificios públicos. Las cargas policiales y el uso de botes de humo han sido necesarios para dispersar a los más violentos.