El móvil del crimen de Isabel Carrasco: las claves de una 'venganza en frío'
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Especial 'noche del crimen' en 'Código 10', que analiza un crimen que pudo ser perfecto y no lo fue por un error. Monserrat González y su hija Triana fueron condenadas a más de 20 años de prisión por el asesinato de la que fuera la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco. También fue condenada Raquel Gago, amiga de la hija, en su caso por complicidad y tenencia ilícita de armas.
Todo ocurrió el 12 de mayo del año 2014 y fue a plena luz del día, mientras Isabel Carrasco cruzaba un puente en el camino de su casa a la sede del PP. Iba a acudir a un mitin, pero allí se encontró con una mujer que le disparó una vez por la espalda y, ya en el suelo, dos veces más. El ruido alertó a la pareja con la que Isabel se cruzó apenas unos segundos antes, él era un policía jubilado experto en seguimientos y decidió seguir a la autora de los disparos.
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El camino de Montserrat le llevó hasta su hija, con quien se reunió poco después para entregarle el arma en un bolso. Al parecer, llegaron al coche y ella se cambió, pero un problema en su rodilla hacía que su forma de caminar fuera muy reconocible, por eso supo que se trataba de la misma persona cuando, tiempo después, la vio salir de un coche: "Si no lo ve, hubiera sido el crimen perfecto", relataba el letrado Carlos Rivera.
La búsqueda del arma del crimen
Durante su camino, el hombre alertó al 112 pero a pesar de su trabajo, el arma aún tardó en aparecer. Tras verse con su madre, Triana llamó a su amiga Raquel y fue a su encuentro. La policía estaba hablando con un agente de la hora cuando Triana le pregunta si tiene su coche por allí, ella le dice que sí y Triana deja el bolso con el arma en su coche.
Después, se dirigió a encontrarse con su madre, lo que no sabía es que se iba a encontrar con que la policía ya la había detenido.
Se buscó en el río pero el interrogatorio a Triana y Montserrat puso a la policía sobre la pista de que podía haberla entregado a una amiga, los agentes empezaron a tirar del hilo y Raquel Gago entregó el arma 72 horas después.
El móvil del crimen de Isabel Carrasco
Pero ¿Cuál fue el móvil del crimen? Se habla de una "venganza en frío". Cuando Isabel Carrasco era presidenta de la Diputación, Triana entró como ingeniera de telecomunicaciones en plena época de la TDT. Además se le permitió trabajar externamente haciendo los proyectos para implantar las antenas.
Sin embargo, Isabel y Triana se enfadaron, la diputación reclamó un dinero a Triana pero ella ganó en los tribunales. En ese tiempo, la plaza de Triana pasó de ser temporal a fija, otro ingeniero ganó la oposición, pero renunció a su plaza y, en lugar de dársela a Triana, se decidió amortizarla.
En el juicio, Triana dio a entender que sufrió acoso sexual y chantaje: "Como yo no me quise acostar con ella..." Relató que en ese momento la rechazó y que Isabel le habría dicho que había cosas muy buenas en juego.