1. Es terapéutica
Cuando estamos contentos, escuchamos música; si estamos nostálgicos, buscamos una canción que nos acompañe; cuando celebramos algo, cantamos; y si necesitamos tranquilizarnos, también ponemos una melodía que nos ayude a recobrar la calma.
Hay una banda sonora para cada momento de nuestra vida, y está demostrado que gracias a la música podemos reducir nuestra presión sanguínea, reconfortando nuestro organismo y mejorando nuestro estado mental.
2. Es la mejor forma de viajar en el tiempo y el espacio
Todos tenemos canciones que nos recuerdan a momentos concretos, a lugares que hemos visitado o a personas a las que conocemos. Por eso, cuando necesitamos rememorar algo, sabemos perfectamente qué acordes tienen que sonar para que nos transportemos hasta ese instante en el que nos gustaría encontrarnos.
3. Nos ayuda a concentrarnos
Cuando necesitamos estudiar o terminar un trabajo importante, poner música nos ayuda a evadirnos de las distracciones y meternos de lleno en esa tarea que tenemos pendiente. Mejora nuestro rendimiento cognitivo y aumenta nuestra memoria. Así, logramos sacarla adelante, olvidándonos del reloj y centrándonos.
4. Nos acompaña
Hay momentos en los que nos sentimos solos: trayectos largos, tardes interminables, o noches difíciles. Darle al play y dejarnos llevar nos hace sentir mucho mejor. Y así establecemos un vínculo tan especial con los cantantes de nuestros grupos favoritos, porque ellos han estado con nosotros cuando más les hemos necesitado.
5. Te ayuda a mejorar en el deporte
Cuando vas al gimnasio, sales a correr o estás haciendo una tabla de abdominales, la música te marca el ritmo y te motiva. Además, está demostrado que escuchar música mientras realizas ejercicio puede incrementar tu resistencia hasta un 15%. ¿Te parece suficiente?
6. Reduce el estrés
Esto no lo decimos nosotros, hay estudios que lo demuestran: La música reduce la ansiedad, y puede ser tan efectiva como un medicamento. ¡Y seguro que más sana!
7. Entrena nuestra memoria
¿Cuántas canciones te sabes al dedillo? Probablemente, seas incapaz de contarlas. Hay ocasiones en las que escuchamos un tema que llevábamos muchísimo tiempo sin oír y, de repente, nos damos cuenta de que somos capaces de cantar su letra de memoria. ¡La mente es fascinante!
Hay ancianos, enfermos de alzheimer, que a pesar de haber olvidado muchas cosas, continúan recordando las canciones que han marcado su vida como si no hubiese pasado el tiempo y son capaces de cantarlas o de emocionarse al escucharlas. Y es que la música hace más lento el deterioro de la mente por la edad.
También es importante durante la infancia, ya que aprender canciones mejora la intenligencia verbal de los niños y aumenta su desarrollo congnitivo.
Si alguna vez tienes que aprenderte algo de memoria y no hay manera de que lo retengas… ¡Prueba a ponerle música! Te sorprenderás…
8. No hay mejor copiloto
Te subes al coche y… ¡empieza el concierto! Poner música mientras conduces te hace sentir más seguro (si no te pasas con el volumen), y si eres el copiloto, seguro que hará tu viaje más agradable.
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