Desde hace ya tiempo, en Internet triunfan los conocidos como vídeos ASMR, las siglas que corresponden a Autonomous Sensory Meridian Response o Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma. Se trata de un concepto nuevo, que ha enloquecido a las redes, y que hace referencia a la sensación placentera de relajación, calidez y hormigueo que suscitan determinados estímulos sonoros en el cuerpo y la mente.

Una combinación entre moda antiestrés y sensación placentera para el cerebro. Los sonidos que se generan se han convertido en una auténtica adicción para algunos, y una terapia para otros. Las redes están plagadas de este tipo de vídeos, y los hay de todo tipo: susurrar, presionar bolsas, golpear con las uñas sobre una superficie, comer hielo… ¡Increíble, pero cierto! Pero el que está triunfando en este comienzo de verano es de lo más inusual: nada más y nada menos que cortar jabón con un cuchillo.

Parece algo poco estimulante o con atractivo a priori nulo, pero lo cierto es que el fenómeno tiene su aquel: ver pastillas de todo tipo de formas y colores, rebanadas y despedazas por un cúter dirigido por una mano experta genera una sensación extraña si encadenas varios vídeos seguidos.

El éxito se debe a varios factores: la moda que atraviesan los contenidos ASMR es el principal, pero hay que tener en cuenta, además, que las múltiples formas, tipos y colores hacen los vídeos más atractivos. Y, por encima de todo, es una afición que cualquiera puede disfrutar en casa, con tan solo una pastilla y un instrumento afilado. ¿Te animas a grabar tu propio vídeo?

Por lo que se puede ver en los comentarios, son varias cosas las que hacen que los usuarios pierdan la cabeza por este tipo de vídeos. A unos les vuelven locos las diversas formas que crea el jabón al cortarse y desprenderse. Otros reconocen que es el repetitivo sonidito de la cuchilla metálica contra la superficie del jabón lo que les fascina. También hay quien se deja seducir por la progresiva reducción de tamaño de la pastilla.

El tema se ha vuelto tan popular que ya hay gran cantidad de cuentas en Instagram y YouTube con cientos de miles de seguidores, que recopilan los mejores vídeos de este tipo. Y todos juegan con trucos, como colores y formas distintas o hacer pequeñas incisiones en la pastilla para que, al empezar a cortarla, se deshaga en muchos trocitos pequeños.

Y por si estás muy concienciado con el medio ambiente y lo primero que se te viene a la cabeza es pensar en el derroche de pastillas, ¡no te preocupes! La mayor parte de usuarios que se graban crean nuevos jabones con los trozos cortados previamente, para poder reutilizarlos. ¡Eso sí que es reciclaje!