Ana es enfermera y asegura que su trabajo en Alemania es mejor que en España, no sólo por el sueldo, sino por la carga de trabajo y añade: “Los derechos se me respetan dentro de lo que cabe”, decía. Sin embargo, el caso de Nuria es distinto: “Me vine como ciudadana europea y cuando llegué me di cuenta de que era una inmigrante, mi contrato era peor, con el tiempo lo han ido mejorando y ahora puedo estar un poco mejor, pero creo que ha llegado el momento de volver”.