De las pequeñas chapuzas a los paraísos fiscales: la ruta de la economía sumergida

cuatro.com 15/03/2016 00:25

Unas pizarras transparentes llegaban a la madrileña plaza de Callao donde Jesús Cintora junto a dos expertos, Carlos Cruzado, Presidente del sindicato de Técnicos de Hacienda, y Gonzalo Bernardos, economista, analizaban los datos de la economía sumergida. Según Cruzado, equivale al 24,6% del PIB o lo que es lo mismo, unos 250 millones de euros aproximadamente. Bernardos apuntaba que si tuviéramos una economía sumergida de 100.000 millones supondría recaudar 50.000 millones más y añadía: “20 mil millones es la protección de desempleo, se podrían aumentar las pensiones o que la mayor parte de los medicamentos volvieran a ser gratis.

La gente comenzaba a acercarse y Jesús Cintora se dirigía a ellos: “Que levante la mano quien nunca haya cobrado en ‘B”, decía. Nadie lo hacía y el presentador entrevistaba a varios de ellos como un trabajador de la construcción que, tras 30 años trabajando, sólo ha cotizado 13 o el caso de Luis, un cantante de 78 años que sólo ha cotizado 9.

Los economistas le ponían en la pista de su siguiente parada: la industria textil. “Ve a zonas donde tienen una gran tradición textil y de calzado, ya verás cómo encontrarás China bis, en España”, le decía Bernardos.

El equipo se trasladaba a Elche, con una gran tradición de calzado y, junto al portavoz de FACUA, Rubén Sánchez, escuchábamos el caso de Aurora. Ha trabajado durante 43 años en el sector, pero sólo ha cotizado 15. “Aquí, si quieres trabajar tiene que aceptar esas condiciones”, decía ella y Sánchez explicaba: “Ahora la normativa plantea que si pillan a alguien sin contrato al empresario le ponen un multa de entre 3 y 10.000 euros, con lo cual sale muy rentable tener a trabajadores sin contratar, sobre todo por el escaso porcentaje de probabilidades de que los pillen”.

También charlaban con Isabel. Fue aparadora durante 40 años, pero sólo ha cotizado 9 con lo que sabe que no tendrá pensión cuando se jubile. Quería hablar con el programa, pero sin mostrar su rostro, y explicaba los motivos: “Aquí hay mucho miedo, existen las listas negras y, si denuncias, no vuelves a trabajar”.

Jesús Cintora también visitaba dos talleres. En uno de ellos, su encargado explicaba que los precios que pagan por el calzado complican la situación. “Las fábricas no pagan lo que tienen que pagar para meter a la gente en contrato, cuesta mucho”, decía y preguntaba al presentador: “Piensa ¿estoy por gusto aquí teniendo a la gente sin contrato? ¿A que no?”.

También acudía al taller de Ángel, que explicaba que la gente cobra “por valor unidad” y no por nómina, lo que hace diferente la situación para los empleados: “Hay personas que se sienten explotadas pero hay personas que tienen una capacidad muy alta y ganan a fin de mes 1500 euros”, decía.

El sector de la construcción también se ve afectado por la economía sumergida. Jesús Cintora se trasladaba a un edificio que no terminó de construirse junto a Antonio, fontanero y Raúl Burillo, inspector de Hacienda. “He dado con mucho pirata, muchas estafas que he visto y me han cotizado nueve años de 18 trabajados”, decía Antonio. Por su parte, el inspector de Hacienda apuntaba que la construcción “es el lugar ideal para esconder el dinero negro” y añadía que esto se resuelve “con control” al igual que “con conciencia por parte de todos”.

La siguiente parada era Suiza. Jesús Cintora visitaba la ‘ruta del a plata’ junto con Ernesto Ekaizer, que apuntaba: “Las cuentas numeradas no van a nombre tuyo, van a nombre de un número, sin embargo cuando abres una cuenta rellenas un formulario porque el banco sí sabe la identidad”. Juntos recorrían algunos de los bancos y, tras preguntar en algunos de ellos o no les atendían o, incluso, pedían que llamaran a la policía.

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Pero ¿qué soluciones proponen los políticos? Cintora se reunía con Irene Lozano (PSOE), Juan Carlos Monedero (Podemos), Francisco Latorre (Ciudadanos) e Íñigo Enriquez de Luna (PP). Debatían sobre medidas para mejorar la conciencia fiscal, número de inspectores, impuestos, deducciones… Y el presentador repetía la misma pregunta que había formulado a la gente: ¿Han cobrado en negro? Irene Lozano sí, cuando daba clases particulares y los demás respondían que, aunque no han cobrado en negro, no podrían asegurar que no hayan pagado en ‘b’ cosas como “una chapuza” o “un pequeño servicio”.

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