Mercedes Milá ha hablado sobre su etapa como presentadora de 'Gran Hermano'. Ha explicado que los últimos años del programa se encontraba en un “agujero negro”. La presentadora sentía mucha angustia, miedo y ganas de llorar, salió de ahí gracias a los profesionales. No supo controlar la cantidad de trabajo, viajando mucho y, según sus palabras, “llegó a un punto en el que su cerebro se desequilibró”.