El superviviente cuenta con pelos y señales cómo escapó, cómo le echó valor para seguir viviendo y cómo decidió escapar de la sala Bataclán. “Me levanté y cubriéndome la cabeza salí como pude, alejándome de los terroristas, inconscientemente, luego escapé por una puerta de emergencia”, explicaba entre silencios que hablan por sí solos. Su amigo, sin embargo, lo calculó todo más que Ramón: “Él miraba a los terroristas y cuando se quedaron sin balas, para recargar, en esos 10 segundos, echó a correr”.