La ministra de Defensa se ha pronunciado sobre la venta de bombas de precisión que paralizó cuando se puso al frente del Ministerio. Asegura que cuando llegó se encontró con un contrato firmado por el Gobierno anterior y Arabia Saudí en el que el primero le vendía armas al segundo. Esto provocó un conflicto con los trabajadores de Navantia, que vieron peligrar su trabajo si se restringía este contrato: “Hubo interés en meter miedo a los trabajadores”, confiesa. Finalmente, Pedro Sánchez decidió mantener el contrato para asegurar el interés de los trabajadores de Navantia. ¿Desautorizó el presidente a la ministra? Ella se explica al respecto.