Mientras ejercía de ministro de Interior en Francia, Valls llevó a cabo una política de expulsión de personas de etnia gitana, algo que le salió caro, pues fue acusado de ser "racista". Pero Manuel se defiende y alega que no expulsó a 5.000 gitanos, sino que expulsó a gitanos ilegales. Así se defiende el político de las graves acusaciones y escucha las palabras de Iñaki Vázquez, que le cuelga la etiqueta de "antigitanismo".