El pasado de Caronte fue bastante complicado: consumía drogas, tuvo problemas como policía y además, no estuvo a la altura con su familia. Además le acusaron de un crimen que no cometió por lo que pasó muchos años en la cárcel. Mientras estuvo preso se sacó la carrera de abogado, y ahora ejerce como tal en Gijón. Allí vive con su pareja y está intentando recomponer su vida de nuevo.
Pero la aparición de Edurne (Nathalie Poza), madre de uno de los amigos de su hijo, va a hacer que vuelva a su anterior vida. Le pide que lleve el caso de su hijo, está acusado de homicidio y necesita su ayuda como abogado penalista. Al principio, se negó pero algo hizo que cambiara de opinión, además cree que le puede ayudar y sobre todo cree que es inocente, y podría pagarlo muy caro si le condenan.
“¿Crees que puedes ayudar a ese chico?”, le pregunta su novia, Caronte parece que lo tiene claro, “pues entonces hazlo”, le convence su chica. Así que decide hacer las maletas y poner rumbo a Madrid para trabajar en el caso.