A Marta le llega un nuevo caso a su bufete: se trata de Mario Granados. Fueron novios hace tiempo, pero él fue quien lo dejó. Ahora está acusado de homicidio. Mario tuvo una fuerte pelea con Rubén Palacios en el trabajo y en el forcejeo él cayó y se dio en la nuca. Está muy grave y la acusación particular pide el ingreso inmediato en prisión.
La abogada hará todo lo posible para que su ex no vaya a la cárcel. Y lo primero que hace es hablar con sus compañeros de trabajo. Todos coinciden que trabajan bajo presión pero que tenían muy buena relación con él. Solo uno de ellos asegura que la presión es muy fuerte…
Además Marta averigua que a Mario querían echarlo del trabajo por una patente. Y no solo descubre esto, su madre le confiesa años después que le pagó 60.000 euros para que la dejara, y él aceptó.
Caronte tampoco confía mucho en Mario, se ha dado cuenta que consume cocaína y parece que no es lo único que les oculta. El juez le comunica a Marta y a su cliente que Rubén Palacios ha fallecido, ahora la acusación sí que pide su ingreso inmediato.