Carmen busca la tienda que más dinero le de por sus joyas
Su último recurso es un lazo de oro de un pendiente que le regaló una vecina por el que apenas consigue 55 euros en un compro-oro. Los emplea inmediatamente en la carnicería: "Tener que vender tu oro para poder comer un trozo de carne es muy duro, hay que estirarla al máximo porque no sé cuándo podré volver a comer carne".
Temas
