"Es la tercera vez que me pega, pero hasta ahora no le había denunciado... porque le quiero". Una mujer inglesa visiblemente asustada recibe a la autoridad sentada en el sofá de su casa. El suelo del salón está todo revuelto. Restos de botellas de whisky y ginebra están tiradas en el piso. En el otro lado, unas gafas de sol partidas.
El hombre, que llegó "borracho y tras haber fumado hachís", ha huido. La mujer tiene magullado el cuello y la cara. "Intentó ahogarme", explica imitando con sus temblorosas manos el gesto que hizo su pareja con las manos. La joven, que lleva dos años saliendo con su agresor, se desmorona ante una pareja de mujeres de la unidad de policía local de Murcia especializada en la materia. Son tres mujeres hablando de un problema que por desgracia ocupa casi todos los días las noticias de este país. En este caso, ella sí lo ha podido contar.
"Es la tercera vez que vengo, ¿qué es lo que tiene que hacerme para que me hagan caso... matarme?" Son las palabras de una mujer que acude a un juzgado de guardia en Barcelona. "Mira, tengo tres llamadas perdidas de él en este tiempo". La juez decide no tomar medidas cautelares porque considera que simplemente es un enfrentamiento por la custodia de los hijos y no hay pruebas de que la mujer haya sido maltratada.
En otro juzgado de este país, una mujer acude a declarar contra el hombre que la pega. Y lo hace con su bebé en un carrito. Carrito que custodian las funcionarias del juzgado mientras ella pasa el mal trago. "Esta escena es habitual aquí", advierte una joven empleada de los juzgados que balancea suavemente el carrito de un bebé que acaba de conocer para aplacarle el llanto. La situación es rocambolesca.
"Lo que más cuesta es la primera bofetada. Lo siguiente, viene solo", cuenta una psicóloga que atiende a personas que han sufrido la violencia de sus parejas. "Me tenía tan aislada que un día salí a tirar la basura, vi a una rata y la sonreí porque era el único ser vivo con el que podía tener una cierta complicidad", cuenta una mujer aterrada que fuma compulsivamente. "Las heridas físicas se curan, las del alma son las que no tienen remedio", apostilla otra señora.
A día de hoy, 400.000 hombres pegan a mujeres en nuestro país. Una de cada tres ha sido golpeada alguna vez en su vida. Cada seis días, una mujer muere asesinada por su pareja en España. "Voy a perdonarle", cuenta una chica extranjera que acaba de ser zarandeada y agredida por enésima vez por su pareja. Tienes 34 años, y ha sido golpeada en presencia de sus dos hijos pequeños. "Eres muy joven, tienes que rehacer tu vida y olvidarte de él", cuenta otra mujer policía local de Valencia, que cada día atiende varios casos de malos tratos.
"Golpe a golpe" es un reportaje de Alejandra Andrade.