"Es infrahumano vivir aquí". Lo dice uno de los dos vecinos de Tarifa, en Cádiz, que han sido realojados por el Ayuntamiento en sendos módulos que servían como vestuario en el campo de fútbol del municipio.
La otra cara de la moneda está en El Tiemblo, Ávila. Allí, junto a un pantano, unos contenedores marítimos se han convertido "en la casa de mi vida".
Ocho familias de Isla Cristina, en Huelva, viven en módulos a la espera de que les adjudiquen pisos de protección y aseguran "aquí pasamos mucho calor en verano y en invierno esto es un congelador".
Mejor lo pasa en su módulo un vecino del municipio malagueño de Pizarra. Vive en un contenedor de segunda mano desde hace un año "prefiero estar aquí con mi huerto y mis animales".
Pero los módulos de lujo también los podemos encontrar en un curioso hotel de Guadalajara. "Pesa 14 toneladas, mide 38 metros cuadrados, tiene un jardín vertical y lo ofrecemos como una suite viajera y móvil que se puede instalar en cualquier parte", nos dice un responsable del establecimiento.
"Módulos", es un reportaje de Álvaro Martín