"Esta ordenanza lo único que busca es limpiar la calle. Ojalá yo tuviera un trabajo, entonces no estaría aquí", cuenta Chema un mendigo de la calle Goya de Madrid. Los indigentes creen que con las nuevas multas por estar en la calle quieren ocultarnos pero no solucionar el problema. "Perseguimos regular la convivencia en el espacio público. Mientras no sea una mendicidad de acoso, coactiva u organizada no habrá inconveniente", cuenta Carlos Martínez, coordinador de Servicios Sociales de Madrid.
La ordenanza multa con hasta 750 euros por regar las plantas. La misma sanción que tendrían que pagar clientes y proxenetas. "Nos afecta mucho porque ya no vienen hombres por miedo a ser multados", cuenta una prostituta. La sensación entre los vecinos es que el gobierno pretende recaudar dinero a toda costa por parte de los que menos tienen.
Como en París o en Londres, los músicos callejeros tendrán que superar un casting para poder tocar en la capital. El grupo 'Café Quijano' se va a recorrer las calles para conocer a los aspirantes. "La música hay que promocionarla cerca de la gente", cuenta Manuel.