Millones de toneladas de alimentos van a los cubos de basura aunque haya mucha gente que pase hambre. Los supermercados son muy exigentes a la hora de adquirir los productos en relación al tamaño, el color y la forma. El 50% de la comida que se despilfarra se tira en origen. Los consumidores también somos responsables de en muchas ocasiones comprar más con la vista que con el gusto.