Los tiempos del azote de la droga han pasado y el menudeo ha bajado "hasta un 70 por ciento". Sin embargo aún se siguen viendo deambular por la zona numerosos toxicómanos en busca de una dosis de droga. "Aquí es más fácil comprar un gramo que una barra de pan", indica uno de los drogadictos que busca entre sus brazos y piernas donde poder inyectarse su dosis.