“Oye, vente para acá que hemos localizado tu coche”. Un policía local de Sevilla encuentra en una calle de la ciudad un coche que fue robado hace varias semanas. “Coincide que es de un amigo mío”, confiesa. Minutos después ambos se funden en un abrazo. “No sé cómo pagártelo”, respondió el dueño del vehículo.