"Es un lugar ideal, perdido, de ciencia ficción", cuenta Sergi. "Pero el lugar más mágico es la zona de los Tsingy Rojos, antiguas formaciones de los fondos marinos, de caliza, erosionados por el paso de 80 millones de años". El turismo en la isla es muy reciente desde hace unos 25 años. Los Tsingys de Ankarana alcanzan 180.000 hectáreas.