“Aquí en Amsterdam todo flota”. Y así lo vivieron en primera personas nuestros reporteros, Noemí Redondo y Francisco Serrano, cuando visitaron la ciudad holandesa para darnos a conocer la visión, desde el agua, de una de las ciudades más espectaculares del mundo. “Amsterdam tiene dos ríos y cien kilómetros de canales”.
Nada más llegar al aeropuerto nos encontramos con el conocido “autobús del amor o autobús acuático, que se transforma en un barco y su capitán cambia el volante por el timón”.
“Tiene más cafés que Viena. Tiene más canales que Venecia. Tiene más puentes que París”. Una manera singular de definir la ciudad que desde sus orígenes ha tenido que aprender a convivir con el agua y no luchar contra ella.
Aquí viven cerca de 800.000 personas y de sus curiosos edificios cerca de ocho mil casas están catalogadas como Monumentos Históricos, es decir, son edificios protegidos.
A Amsterdam también se la conoce como la ciudad de los museos “tiene más museos por metro cuadrado que cualquier otra ciudad del mundo”. Por ejemplo, uno de los edificios más visitados es la casa de Ana Frank, donde siempre hay largas colas de turistas para entrar en la vivienda donde se ocultó la famosa niña judía.
Además de los barcos, las bicicletas son un verdadero clásico de la ciudad. “Aquí dicen que hay tantas bicis como habitantes”. De hecho, de sus canales se rescatan todos los años unas diez mil bicicletas que caen o son tiradas al agua.
A unos cien kilómetros de Amsterdam encontramos otra de las postales más típicas del país. Son los molinos de viento. “Hay 19 molinos declarados Patrimonio de la Humanidad que reciben más de quinientos mil turistas al año”.
“Canales de Amsterdam”, es un reportaje de Noemí Redondo y Francisco Serrano.