Tras recorrer más de 20 mil kilómetros y viajar alrededor de veinticuatro horas Callejeros Viajeros, con la reportera Esther Vicente a la cabeza, llega al paraíso, a las exóticas Tahití y Bora Bora, las islas de la Polinesia francesa.
Tahití es la isla más grande del archipiélago, donde se encuentra la capital de la Polinesia, Papeete. Está situado al sur del Océano Pacífico y destacan las islas de Tahití, Morea y Bora Bora.
Aquí la música, los colores y el olor del Tiaré, la flor más típica de la región, dan la bienvenida a la isla. Guapas tahitianas nos reciben al unísono, “bienvenidos a Tahití”, mientras colocan el mítico collar de flores que todos hemos visto por televisión.
Fiestas, bodas, encuentros, banquetes… aquí todo se celebra en el agua y con el agua de coco se consigue la unión definitiva de los turistas con la tierra.
Bora Bora, por su parte, es una de las islas más conocidas del mundo, uno de las más soñadas y envidiadas por todos. Un destino turístico al que pocos consiguen llegar y al que todos nos gustaría ir. El paraíso en la tierra, la isla del agua cristalina y la arena blanca, flanqueada por arrecifes de coral. Del que disfrutan mayoritariamente parejas de recién casados que eligen este destino para disfrutar de su luna de miel.
El deporte nacional es la piragua pero en las islas de la Polinesia francesa se practican todo tipo de deportes acuáticos. Las islas son tradición, alegría, lujo, naturaleza -con algunos de los sitios más espectaculares del mundo- y baile, mucho baile.
En Motu, a tan sólo 5 minutos en barco de la principal isla, se encuentra el único centro del mundo de tortugas verdes. Éstas comen atún rojo y lechuga cuando son pequeñas y, tras crecer, se vuelven vegetarianas. Pueden llegar a medir más de un metro.
Esther Vicente sigue conociendo a españoles y foráneos que nos acercan su peculiar estilo de vida en el paraíso, muy distinto y alejado al de nuestros pueblos y ciudades.