"Aquí se rodaron películas tan emblemáticas como El Lago azul y Emmanuel". Son las playas de Seychelles, las más fotografiadas del mundo, según los que allí viven y disfrutan de este lugar paradisíaco del Océano Índico. "Cortar, comer y beber cocos, es el verdadero placer de los afortunados que conocemos estas islas".
En Brasil, "las playas son un auténtico reflejo de la sociedad", nos dicen. En Río de Janeiro, en Ipanema, por ejemplo, están divididas por zonas. También hay instalaciones deportivas para hacer ejercicio y mantener en forma sus cuerpos. En Salvador de Bahía, algunos españoles aseguran haber encontrado "el auténtico país de la esperanza".
Otro gran país para el disfrute de las playas es Estados Unidos. En la playa de Santa Mónica recordamos a los personajes de la mítica seria televisiva de "Los vigilantes de la playa". Uno de los socorristas, Gabriel, asegura desde su torre de vigilancia "esto sí que es América". En Malibu descubrimos que uno de sus vecinos más ilustre es el actor Michael Douglas. Y en San Francisco, una ciudad más liberal, nos cuentan que la playa de Baker Beach es casi nudista.
Los amantes de las olas, son también unos personajes casi permanentes a lo largo de nuestros viajes. Al sur de Bali encontramos Balangan Beach, uno de los principales escenarios mundiales del surf internacional. Un lugar que tampoco tiene nada que envidiar es Playa Grande, en Costa Rica, donde miles de jóvenes disfrutan del mar al grito nacional de "¡pura vida!".
"En las playas de Baja California sabemos disfrutar de las mujeres". Uno de los camareros de un chiringuito lleva varios sujetadores colgados de su cinturón: "son un auténtico trofeo o recuerdo de las chicas que han pasado por aquí".
"Siempre hay que estar bellas, incluso cuando bajamos a la playa", nos lo dice una joven colombiana que termina de maquillarse mientras toma el sol sobre la arena de la playa en Cartagena de Indias.
Los animales también tienen su espacio y los hemos encontrado sobre la arena de la isla griega de Zakynthos. Aquí, miles de tortugas, en peligro de extinción, dejan sus huevos para que sean protegidos, mientras los turistas observan desde un barco con vistas submarinas los ejemplares más llamativos.