La mujer del “para un día que salgo en la esquela y no me veo” dio de comer a la Selección del 12-1 a Malta
Maria Rodrigo Molino vivió su vida con un gran sentido del humor. Tanto, que su familia ha querido hacerle un guiño en la mismísima esquela del periódico. María falleció a los 86 años el pasado 24 de enero y su familia no ha querido dejar pasar la oportunidad de recordarla con aquello que más les gustaba de ella: su humor. "Para un día que salgo en la esquela y no me veo" ha sido la insólita frase que ha acompañado a la notificación de su fallecimiento en el periódico, junto a la fecha y lugar de la misa fúnebre y el clásico ruego por su alma.
Pues bien, horas después de que las redes se hicieran eco de la noticia, hemos sabido gracias a las investigaciones de ABC Sevilla que María ha sido durante más de 35 años heroína anónima de nuestro fútbol. La historia nos lleva al mítico 12-1 de España a Malta. La mañana de aquel día, uno de los más gloriosos de nuestro fútbol hasta la llegada de los Iniesta, Villa, Torres y compañía, María se encargó de preparar el almuerzo de la Selección en el hotel de Sevilla donde estaban concentrados. Aquel menú que degustaron desde Rincón a Camacho, pasando por Sarabia, Santillana, Maceda, Carrasco o el mismísimo Señor, llevó a los nuestros a lograr la hazaña y clasificar para la Eurocopa de Francia 84.
Así, María no solo ha saltado a las redes por el humor con que su familia ha querido recordarla sino también por haberse revelado lo importante que fue para una fecha clave de nuestro fútbol. Que 'Señor' la tenga en su gloria.