Los caminos de la vida son inescrutables. Hechos o personas son capaces de redirigir el rumbo de nuestras vidas hacia destinos que pensábamos que eran imposibles. Ese fue el caso de Philip Mulryne, un exfutbolista internacional con Irlanda del Norte que llegó a jugar en el Manchester United y que hoy ejerce como sacerdote.
Nacido en Belfast, Mulryne disputó tres temporadas con los 'red devils'. Su sueldo nunca llegó al millón de libras, pero tuvo una carrera exitosa en la Premier League. Tras jugar en el United, fichó por el Norwich City, donde tuvo sus mejores años como jugador. Mantuvo una relación con una supermodelo, Nicola Chapman, y disputó 27 encuentros como internacional en la Selección de Irlanda del Norte.
Lastrado por las lesiones, su retirada fue prematura. Llegó a los 31 años, y fue entonces cuando dedicó su vida a realizar obras caritativas. En uno de sus viajes como misionero conoció al obispo Noel Reanor, la persona que le abriría las puertas de su nueva vida. Él le mostró cómo es dedicarse a los demás, y en 2011 viajó a Roma para formarse en la carrera eclesiástica. Un camino que terminó ayer mismo, en Dublín, donde fue ordenado sacerdote de la Orden Dominica Irlandes.
Entre los nueva valores de su vida, se encuentra el de voto de pobreza. Ha pasado de tener los lujos de un futbolista de élite a la vida caritativa y de entrega al prójimo.