Año 2015. El futuro. Marti Mcfly aterriza en Hill Valley a bordo del Delorean, la máquina del tiempo con más estilo de la historia del cine, y descubre un mundo tecnológico dominado por hologramas, pantallas planas y coches voladores. No hay smartphones ni tablets, pero sí patinetes que flotan a medio metro del suelo. Aeropatines. Y una noticia deportiva que cambiará el curso de los acontecimientos para el protagonista. Los Cubs de Chicago, que no ganaban las Series Mundiales desde 1908, salen campeones frente a Miami.
Una profecía que, el año pasado (fecha en el que la vida real alcanzaba ese futuro imaginado por Robert Zemeckis en la película), se quedó a las puertas de cumplirse. Los Cubs perdieron en la final y muchos aficionados, que le habían confiado a la profecía cinematográfica el destino de su equipo, vieron desolados como ni siquiera así eran capaces de romper una maldición que duraba ya 108 años. Dennis Noyes, experto en MotoGP, nos explicaba así la historia de esa maldición.
Pues bien, no han tenido que esperar más que un año. Y es que si el tiempo es relativo, cuando se trata de viajar en sobre él en un Delorean, los pequeños errores de cálculo se pueden perdonar. No ha hecho falta esperar más que un año para ver por fin al equipo de Chicago volver a alzarse con el ansiado título. Los Cubs han logrado vencer con el máximo suspense posible, llevando la final hasta el séptimo partido en el que han vencido por 8-7. Un resultado que estará en todos los almanaques deportivos de los próximos años. Lástima no poder volver al pasado para poder apostar por ellos.