Fútbol en estado puro. Corría el año 1984 y Maradona jugaba en el Nápoles de Rino Marchesi. La noticia de una pobre familia italiana que pidió ayuda al club napolitano para costear la operación de su hijo, gravemente enfermo, llegó a los oídos del jugador argentino. El Nápoles dio la espalda a la familia, pero Maradona no. Después de intentar por varios medios hacer alguna labor para recaudar fondos, decidió hacer un amistoso.
El encuentro tuvo problemas para salir adelante, ya que ninguna organización le tendía la mano, e incluso la propia FIFA llegó a no permitir el partido. Eran otros tiempos, y Maradona decidió que el partido fuese 12 contra 12 para que las leyes de la FIFA no pudieran actuar. A grandes males, grandes remedios.
El amistoso finalmente se consiguió jugar, y tuvo lugar en un humilde campo de fútbol del marginal barrio de Acerra. El vídeo es tremendo, y se ve cómo Maradona y varios compañeros calientan entre los coches, y juegan en un campo totalmente embarrado por una tormenta que había caído un día antes. Nada detuvo al 'pelusa'. Marcó dos goles y el último fue genial. En su celebración, los aficionados que estaban detrás de la portería le felicitaron y abrazaron. Un gran día en Acerra, un gran día para aquella familia, y el ejemplo de lo que fue Diego Armando Maradona en el fútbol.
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