La polémica despertada por el llamado #GamerGate, además de servir para denunciar el servilismo y la falta de ética en algunas revistas y publicaciones especializadas en videojuegos, ha puesto de relieve la controversia sexista existente en la industria. Varias mujeres relacionadas con el mundo de los videojuegos como Zoe Quinn o Anita Sarkeesian denunciaron hace unos meses el acoso que sufrían por parte de usuarios de Internet. Pronto surgieron otros casos como el de Briana Wu, la creadora de un videojuego feminista que decidió abandonar su casa después de recibir amenazas por Twitter.
Pero estas tres mujeres no han sido las únicas. Varias desarrolladoras, periodistas y 'youtubers' han decidido denunciar públicamente la hostilidad que recibien a diario a través de sus redes sociales. La última en hacerlo ha sido Alanah Pearce, una joven periodista australiana que trabaja como crítica de videojuegos en radio y en un canal de televisión online . Aunque lo ha hecho de una manera bastante peculiar.
La australiana descubrió que la mayoría de sus ciberacosadores eran muy jóvenes, adolescentes que se refugiaban en Facebook para proferir amenazas de violación contra ella. Y Pierce solo tuvo que acceder a sus perfiles para encontrar en la red social a las madres de cuatro de sus acosadores. Entonces decidió contactar con ellas y enviarle los mensajes que sus hijos le dejaban en su perfil.
Una de las madres le contestó pidiéndole disculpas, sorprendida tras leer las amenazas de violación que su hijo le había escrito a la periodista. Entonces Pearce decidió colgar en su perfil de Twitter las capturas del cruce de mensajes y denunciar públicamente el acoso que estaba sufriendo y la forma en que había decidido actuar. En muy poco tiempo, su mensaje ha sido retuiteado casi 40.000 veces por los usuarios de la red social.
No es la primera vez que alguien adopta esta medida para dejar en evidencia a sus acosadores. Fue el caso del 'youtuber' Auron Play quien tras su crítica al grupo musical Gemeliers recibió amenazas de una usuaria menor de edad. El 'youtuber' contactó entonces con el padre de la niña y grabo la conversación en un vídeo que subió posteriormente a su canal.
El caso de Alanah Pearce es un nuevo capítulo del fenómeno #GamerGate. Un movimiento que, en origen, nada tenía que ver con casos de ciberacoso. Su objetivo inicial era criticar la imparcialidad de algunas revistas especializadas, pero la capacidad de Internet no tiene límites, y muchos usuarios han utilizado este y otros términos como #NotYourShield para denunciar cualquier forma de acoso hacia otros colectivos dentro del mundo de los videojuegos.