No nos engañemos: el dinero ordena nuestras vidas. Cuando vamos al supermercado no cambiamos fruta por artesanía y nuestros contratos laborales llevan asociada una cifra económica. El dinero es, hoy en día, nuestra principal moneda de cambio y tiene una importancia vital en nuestra sociedad.
Generalmente pensamos que algo es bueno si está bien valorado. Esa es una máxima en los deportes de élite, y en el mundo de los videojuegos no es distinto. Es por este motivo por el que en los medios utilizamos con bastante frecuencia el dinero como argumento de autoridad, porque una cifra económica es comprensible para el común de los mortales.
Si en los deportes tradicionales los norteamericanos son los deportistas mejor pagados, en los deportes electrónicos la hegemonía asiática no tiene parangón. Sumando cifras, chinos y coreanos se llevan la mayoría de las ganancias. Y si algo han demostrado en estos años es que son los mejores. No obstante, los jugadores norteamericanos no les van a la zaga. Si atendemos a Europa, son los jugadores profesionales suecos, alemanes y ucranianos quienes están entre la lista de los mejores pagados.
Centrándonos en las disciplinas competitivas, boxeo, fútbol, baloncesto, golf y tenis son los deportes tradicionales que más dinero reparten a sus jugadores, mientras que en los deportes digitales DotA es el rey absoluto, seguido de StarCraft (casi una religión en Corea del Sur) y League of Legends.
En ambos mundos las fuentes de ingresos son similares. Los eSports están más cerca de deportes como tenis o golf en los que la principal fuente de ingresos son las victorias en los torneos. Aun así, la figura de los clubes es muy importante en las competiciones de videojuegos y muchos jugadores perciben una ficha mensual. Además, el mundo de la publicidad es vital en la industria del ‘gaming’. Sponsors, patrocinios y 'placement' están a la orden del día.
El boxeador Floyd Mayweather, el delantero madridista Cristiano Ronaldo y el alero de los Cavaliers LeBron James son los tres jugadores mejor pagados del mundo, pero los eSports también tienen sus nombres propios. A pesar de que es complicado contabilizar los ingresos totales de un jugador profesional de videojuegos porque todavía no existe una estructura tan madura como en el periodismo deportivo tradicional.
El jugador surcoreano Lee 'Jaedong' Jae Dong (StarCraft 2) o el norteamericano Johnathan 'Fatal1ty' Wendel (jugador de shooters como 'Pain Killer') son dos de los jugadores mejores pagados del mundo. El primero tiene tan solo 24 años, la edad que actualmente tienen muchos de los grandes jugadores internacionales, ha ganado en el último año entre medio millón y un millón de dólares en torneos, sin contabilizar ni su ficha ni otros ingresos externos. Y no es de extrañar si recordamos que uno de los últimos grandes torneos, The International de DotA 2, repartió 11 millones de dólares en premios.
En España también tenemos nuestras estrellas nacionales. Carlos 'Ocelote' Rodríguez es uno de los ejemplos más destacados. Dirige su propio club deportivo y recibe ingresos de múltiples orígenes, desde su línea personalizada de zapatillas o periféricos informáticos hasta las conferencias de League of Legends que imparte. "Y no soy barato", puntualizó en el estudio de MorninGlory.
Estos son solo algunos de los ejemplos de jugadores profesionales que no solo viven de su pasión, sino que además perciben unos ingresos que los convierte en privilegiados. En próximas entradas nos acercaremos más de cerca al ámbito económico de los eSports, que da para mucho.