Mi primera San Silvestre
Faltan dos semanas para que miles de corredores despidamos el año haciendo lo que más nos gusta y ya se nota en los parques y calles de las ciudades de toda España. Cuando se acerca el 31 y se cierran las inscripciones para las carreras de fin de año una plaga de gente con mallas toma las aceras. Toca preparar la San Silvestre, la vallecana , o las que se celebran por todo el país y que ya son una tradición para los aficionados al running.
Se corren por la mañana, las hay de diez, de ocho o seis kilómetros, con más o menos corredores, masificadas y sin masificar, con chip o sin chip pero todas son una especie de fiesta para cerrar el año, con amigos o solo, pero siempre con la sensación de estar acompañado de tipos raros con los que te une la afición de correr.
Cuando en un corrillo de runners se acerca la fecha de la San Silvestre no hay corredor que no tenga una anécdota o no recuerde como fue su primera participación. Todos destacamos la sensación que te deja correr ese día y disfrutamos con los momentos que hemos pasado en esa carrera antes y después de correrla. La mayoría nos acordamos de cómo fue nuestra primera vez , de nuestra llegada al cajón , de nuestra marca ,de quien la hizo con nosotros y lo que nos llevó hasta la línea de salida. Porque la Vallecana es también ya una especie de ritual de iniciación para los que han empezado a correr. Un bautismo de los diez kilómetros para los que un día decidieron volver a ponerse las zapatillas y participar por primera vez en una carrera popular.
Con el permiso de las pruebas con las que se cierre este 2016 en otras ciudades y pequeños pueblos españoles en tveo correr esta semana hacemos un repaso de cómo fue nuestra primera vez y hemos preguntado a los corredores de la redacción y miembros de nuestro club como recuerdan su debut en la vallecana.
Y tú ¿Cómo recuerdas tu primera San Silvestre?