La NASA en el mundo del runner
Frente a desarrollos tecnológicos que, por afectar a un público minoritario, se ven desfavorecidos o estancados en su progreso, en el mundo del running, ocurre todo lo contrario. La tecnología avanza cada vez más y el potencial, al contarse por miles los corredores, lo hace enormemente atractivo comercialmente para las grandes firmas y en el caso que nos ocupa, para la investigación tecnológica que lleva aparejado.
En pocos años hemos visto de todo, desde prendas casi salidas de la NASA, que favorecen la transpiración, rozaduras, ligereza … hasta pulseras que te “riñen” si te tomas una cerveza de más. En este sentido, recomiendo leer retrospectivamente los post de mis compañeros Inma Coronel (Conecta2) y Agustín Hernández (Bendita camiseta de tirantes) que como poco, nos harán sonreír.
En toda esta vorágine, no podía dejar pasar lo último que se está desarrollando, los archivos biomecánicos aplicados al corredor para evitar lesiones, corregir pisadas y favorecer los entrenamientos controlados.
Fondos europeos de la Comisión Europea, junto con el apoyo de una marca comercial, han cerrado el desarrollo de un chip ubicado en la plantilla, dentro de la zapatilla y que junto a unos sensores y con tu móvil, dan un paso mucho más sofisticado que los pulsómetros, pulseras y apps tradicionales.
Sigue sonándome a NASA y no deja de sorprenderme para alguien que empezó en esto con camisetas de algodón y cronómetro.
En cualquier caso, esto no deja de ser como el GPS del coche, hay que hacerle caso pero la vista y el sentido de la orientación del conductor no deben perderse. Aquí igual, usémoslo y beneficiémonos de esta y de la futura tecnología pero sin obsesiones y no olvidando nunca que el mejor pulso que se puede tener en entreno y en carrera son las sensaciones que tenemos en cada zancada. Nuestro cuerpo no solo habla si no que además manda. En consecuencia, hagámosle caso por encima de cualquier tecnología.
Otra cuestión es saber escucharlo, desde aquí insto al autoconocimiento, el cual solo se consigue con experiencia y práctica. Para ello es conveniente apartarse (no necesariamente siempre) de la tecnología, y tomar dos variables: sensación y cronómetro.
Lo que no se ha avanzado en infinidad de décadas, se ha desarrollado en pocos años, bienvenido sea, pero no perdamos ni el norte ni la esencia del runner.