Llevo corriendo desde hace ya 35 años. Corrijo, empecé a practicar atletismo que no es lo mismo que correr cuando tenía 11 años y empecé de rebote. Por aquel entonces jugaba al fútbol como cualquier chaval de mi edad, pero al contrario que a la mayoría se me daba fatal. Sin embargo ponía todo el empeño que podía y la única manera que tenía de destacar era siendo el más rápido y resistente y ahí, ahí si que era algo mejor que el resto. Tal fue mi empeño que en un buen día un entrenador de atletismo se fijó en mí y me descubrió un mundo en el cual de una forma u otra aún sigo ligado.
Por qué os cuento esto. Os lo cuento porque lo primero que me sorprendió a la hora de practicar atletismo es que había chicas también practicándolo y que todos entrenábamos juntos. Y así me mantuve en mis años de adolescente hasta q los estudios y posteriormente el trabajo me relegó a dejar de practicar el atletismo y pasé a ser un corredor de carreras populares sin más. Por aquellos años la mayoría de los aficionados éramos personas que teníamos cierta cultura deportiva a parte y por qué no, fuera del futbol pero al contrario de lo que yo había vivido en el atletismo, las mujeres brillaban por su ausencia.
Ya no es noticia que vosotras, las mujeres, os habéis sumado a la moda del deporte. No hace mucho, y hablo de cinco años no creo que mucho más, era imposible ver a chicas correr por las calles y parques de nuestras ciudades. Hoy en día, si paseas por cualquier parque de tu localidad, sobre todo si esta es una gran ciudad, verás y yo aún con cierto asombro que en momentos hay más chicas corriendo que chicos. Y sabéis qué, creo que es esta y no otra la verdadera revolución que ha vivido el deporte en nuestro país. Si buceas por internet verás múltiples páginas dedicadas exclusivamente a corredoras, blog´s escritos por blogueras, entrenadoras y mujeres en definitiva que desde su punto de vista y su forma de entender este y otros deportes, están aportando y dando riqueza a una afición que ahora más que nunca refleja los tiempos de cambio y de integración en los que la sociedad parece dirigirse.
Ahora nos parece algo normal, pero no fue así cuando Kathy Switzer en el no tan lejano 1967 decidió correr la maratón de Boston, donde se inscribió como Kv Switzer para así no desvelar su sexo. Como muchos sabréis, por aquel entonces la maratón de Boston era una carrera organizada exclusivamente para la participación de hombres. De hecho el juez y codirector de la competición, Jock Semple, intentó detenerla por miedo a perder los permisos para poder celebrarla en años sucesivos. Desde aquel entonces hasta tener una carrera en España como la carrera de la mujer y que es la carrera que más inscritos tiene después del MAPOMA, ha llovido mucho y ha cambiado, para mejor, nuestra sociedad.
Y si os digo la verdad me da la impresión de que esto, no acaba más que empezar. En esto del running, también vamos a la zaga de las directrices del imperio y por eso, los datos que en EEUU se desprenden, donde actualmente el 57% de los corredores federados son mujeres, desdibuja un poco nuestros datos que aquí, poco a poco, vamos sumando. Por ejemplo, un deporte como el triatlón que hace menos de 10 años era considerado para super hombres, en Madrid el 20% de los federados son mujeres y en España en torno al 25%. Ahí es nada. Imaginaros por tanto lo que queda por venir y sinceramente, lo que vais a aportar, será seguro fantástico.
Por qué digo esto último. A parte de trabajar en televisión como técnico, de vez en cuando colaboro como fotógrafo en carreras como la carrera de la mujer. De cuantas carreras he hecho y fotografiado esta es sin duda la más particular. Las mujeres, al menos desde mi punto de vista y desde la perspectiva que me han dado todos estos años, enfocan el deporte desde su prisma y su prisma no es el mismo que el nuestro. Decimos con la boca llena que disfrutamos del deporte, que el día a día es lo que suma y que la competición es un premio. Sin embargo, no siempre es así. El deporte es un escaparate de logros y retos, donde los tiempos son estatus y medallas ante el resto. Sin embargo las chicas, sin dejar de ser competitivas, no pierden la referencia del disfrute, la fiesta e incluso en un deporte como este, la camaradería. Y es en esta carrera es dónde más se puede observar.
Creo que no me equivoco si digo que la revolución que está por venir en el mundo del running viene de la mano de la mujer, y estamos de enhorabuena por ello.
Imagen y texto Nacho Cembellín