Y llegó el calor
Agradable tiempo para las terrazas y para disfrutar de las largas horas de luz. Si atendemos a las habituales e imprescindibles recomendaciones obviaremos las hora de máximo calor, iremos bien hidratados protegidos del sol… No seré yo quien lo contradiga, ni mucho menos, pero a la hora de competir, nos encontramos con todo tipo de temperaturas y condiciones adversas y si no hemos entrenado estas situaciones, lo más probable es que terminemos, como poco, peor que los profesionales e históricos ejemplos que sabiamente nos aportaba mi compañero el Grácil Emile.
En este sentido aporto varias claves o consejos que exceden de los tópicos, por supuesto, sin menospreciar estos últimos. Es otro punto de vista.
- Conócete a ti mismo. El cuerpo te da avisos, busca, identifícalos y actúa sobre ellos para no desfallecer. Sirva como ejemplo propio que yo detecto un umbral peligroso cuando soy incapaz de generar saliva. Pruebo a ver si soy capaz de escupir y ya me da un indicativo de warning. Otro es que la lengua tienda a pegarse al paladar. Nunca lleguéis a este extremo.
- Procura gastar la menor energía posible. Apliquemos el modo stand by. Abrimos los brazos, los flexionamos muy poco y despacio y la zancada la arrastramos sobre el suelo sin levantar mucho el pié. A cámara lenta.
- En entreno, evita la tirada larga. En estos casos, lo que más afecta de todo no es tanto el ritmo como la exposición prolongada al sol. Es mejor que hagas velocidad en poco tiempo que ritmo lento pero distancia larga.
- No busques marca, es imposible por muy bien que te encuentres y si se trata de un entrenamiento, olvídate del crono y no mires las medias.
- Respeta los tiempos de recuperación al terminar. Al margen de estirar, espera que el cuerpo vuelva en sí, aunque siempre tengamos prisa, deja un tiempo antes de la ducha y durante la misma recréate hasta que estés bien relajado.
Como anécdota, recuerdo un viaje de Informativos a Qatar allá por el 2001 en el que la apretada agenda – Encuentro del Emir con los Reyes de España- solo me permitió un único rato en varios días para salir a entrenar. Quise compensar la ausencia de entreno de los anteriores días y además hacer turismo sobre las costas de Doha y la peligrosa mezcla del poco tiempo disponible, sumado a la curiosidad turística por parajes desconocidos, más las elevadas temperaturas que se gastan en semejantes latitudes, terminó con una pájara importante. El camino de regreso se me hizo interminable, buscando las pocas sombras disponibles y salvado por cabecear en el agua, de vez en cuando para evitar el golpe de calor. Mantuve el ritmo por necesidad horaria pero aquello sí que fue innecesario sufrimiento físico, psicológicoy nocivo para la salud.
Prudencia, entrenamiento y disfrute para todos!