En la actualidad observo gratamente el incremento de runners, lo cual hace grande a este deporte y es algo de lo que todos deberíamos sentirnos orgullosos. No obstante, el objetivo de este post es plantear una reflexión con el único propósito de mejorar, progresar, avanzar… que en el fondo, es algo que a todos nos interesa. Eso sí, todo ello sin llegar a obsesionarse.
Os invito a hacer una prueba, solo experimental, no a modo de entrenamiento. ¿En cuánto tiempo somos capaces de recorrer un km? Y posteriormente ¿Cuánta distancia somos capaces de sostener ese ritmo?
Lo comento porque el mundo del running amateur, últimamente está muy volcado en distancias cada vez más largas y se da un fenómeno muy curioso. Compruebas los tiempos de una prueba de 5 kilómetros y el ritmo es prácticamente el mismo que el de una media o de un maratón. El cuerpo, con el entreno suficiente, es capaz de alcanzar una velocidad media de crucero en la que te encuentras cómodo y a la que podrías correr, casi cualquier distancia y durante varias horas.
Esto genera, por un lado un acomodamiento de ritmo trotón y por otro lado dificulta la mejora de tiempos.
En definitiva, tenemos la capacidad de aguantar y alargar la distancia sintiéndonos mejor pero el cronómetro baja en poca medida. Si a esto añadimos, que con tiradas largas, las articulaciones y demás partes del cuerpo sufren bastante. Porque no entrenar hacia la velocidad. Entendiéndolo todo dentro de un contexto de fondista, claro.
Si llegamos a ser capaces de bajar el crono en un 5.000 y progresivamente incrementamos distancia, no nos hará falta ser un superman para movernos cerca de los 4 minutos/km en poco tiempo.
Planes técnicos encontraréis mil pero yo reforzaría las series y fartlek.
Dicho todo esto, no hay que obsesionarse, prima la regularidad y la constancia para progresar y es más, saliendo adecuadamente de dos a tres veces semanales es suficiente.
A la carrera!!!